Descubre qué tipo de piel tienes
¿Sabes qué tipo de piel tienes? Es probable que hasta este momento no hayas prestado mucha atención a este asunto. Pero es importante que lo hagas, solo si tienes esta información podrás conseguir que tu piel tenga el mejor aspecto y cuidado posible. Este artículo te permitirá conseguirlo.
Índice de contenido
¿Qué tipo de piel tienes?
Conocer qué tipo de piel tienes es fundamental para ofrecerle los cuidados que necesita. También para determinar cuáles son los productos más apropiados. En los siguientes apartados te ayudamos a conocer mejor tu rostro.
Piel seca
La piel seca se muestra descamada y áspera. Se trata de un tipo de cutis que apenas cuenta con hidratación natural y tiende a ser menos elástico. De hecho, puedes notar hasta que tira e incluso sentir picor. El clima y otros factores externos le afectan en gran manera y provocan que se irrite con facilidad.
Los cuidados de tu piel empiezan en tu interior, por eso es necesario que te hidrates de manera adecuada y que tu dieta sea sana y equilibrada. Utiliza siempre en tu rostro productos que estén diseñados para tu tipo de piel y debes ser constante. Es fundamental que protejas a diario tu piel del sol, tanto en verano como en invierno.
Piel sensible
Es muy importante cuidar de forma adecuada la piel sensible, ya que en cuanto se ve afectada por factores externos e internos sufre. Debes proteger el cutis de los rayos del sol e incluso de la calefacción. Es necesario que esté lo más cuidada posible para evitar que se enrojezca, pique o esté tirante.
Para que se encuentre en las mejores condiciones posibles emplea siempre productos específicos que refuercen tu piel y que la vuelvan más resistente. Además, procura desmaquillar a diario tu piel y es bueno que esté durante algunos días sin maquillaje para que descanse.
No solo hay que usar productos especiales para pieles sensibles, también tendrás que ser muy cuidadoso a la hora de aplicarlos. Intenta que los cosméticos que utilices sean lo más naturales posibles.
Piel normal
La piel normal destaca por su suavidad y elasticidad. Su tono rosado suele ser otra de sus características y no es habitual que tengan problemas con los poros. Es bastante resistente y sus cuidados no resultan tan exigentes como sucede con otros tipos de piel. Por supuesto, esto no quiere decir que se pueda descuidar.
Es importante que hidrates tu rostro cada mañana y cada noche para que no pierda la frescura. Aunque su circulación suele ser buena, prueba a masajear tu piel al aplicar las cremas. Utiliza un exfoliante un par de veces cada semana para eliminar la piel muerta y las impurezas. Presta especial atención al contorno de tus ojos y tu mirada te lo agradecerá.
Piel mixta
La piel mixta combina dos clases de piel: normal, o seca, y grasa. Tiene bastantes brillos y una mayor cantidad de grasa en la zona denominada como T, frente, nariz y barbilla. Además, esa misma parte del rostro suele presentar ciertas impurezas. Por el contrario, la piel de las mejillas es normal o seca.
Es muy importante que limpies tu piel todos los días y que lo hagas con productos específicos. Además, te recomendamos que para lavarte la cara emplees siempre agua tibia. No olvides hidratar tu cutis con regularidad y cuida especialmente la zona de la T.
Piel grasa
La piel grasa necesita unos cuidados muy precisos si quieres sacarle el máximo partido. Ten en cuenta que produce más sebo de lo normal y esto puede ocasionar diferentes problemas. El más común es la aparición de granos y espinillas. Este tipo de cutis puede tener un origen genético, pero también puede ser debido a alteraciones hormonales y al estrés, entre otros factores.
Esta clase de piel se caracteriza por su brillo, por tener poros de gran tamaño y bastantes impurezas. Es muy importante que utilices cremas especiales y que sean antibacterianas. Es muy importante que no manipules los granos, espinillas o puntos negros. Exfolia tu rostro una vez a la semana y utiliza una mascarilla apta para piel grasa después. Desmaquíllate a diario para evitar que se obstruyan los poros.
Piel madura
Con el paso de los años es necesario afrontar la llegada de la piel madura, cuyo cuidado es aún más importante. Los procesos de regeneración se ralentizan, salen a la luz los daños producidos por el sol y se produce una cantidad mínima de colágeno.
Sin olvidar que tu rostro presenta un aspecto menos hidratado y con menos elasticidad. Además, todo este proceso viene acompañado de la aparición de las primeras líneas de expresión, que más adelante se convertirán en arrugas. También las manchas comienzan a ser un problema.
En este caso resulta vital utilizar productos que reduzcan las líneas de expresión e hidratar con constancia el rostro para que recupere en parte su firmeza. También es bueno usar cremas que ayuden a regenerar la piel.
Seguro que con toda esta información has descubierto qué tipo de piel tienes y los cuidados que necesita. Ahora te toca a ti apostar siempre por productos que te ofrezcan los mejores resultados, ¿lo harás?
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