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Loción, aceite, gel, crema corporal… Existen tantos productos para el cuidado cutáneo que a veces resulta difícil diferenciar unos de otros.

El cuidado de tu cuerpo redunda en tu bienestar tanto físico como mental. Existen diversos modos de alcanzar un nivel saludable en tu organismo, tanto interiormente como exteriormente.
Un buen tratamiento corporal te aporta los nutrientes necesarios para el cuidado de la piel y te ayuda tanto a prevenir enfermedades, así como a retrasar los signos del envejecimiento

De la misma manera, una dieta sana proporciona bienestar en todo tu organismo. Si te encuentras físicamente sano también te encontrarás mejor mentalmente.

Cuidado de la piel

Conviene no olvidar tu exterior. La piel, que en ocasiones no tenemos todo lo en cuenta que deberíamos, debemos protegerla a través de tratamientos específicos, una dieta sana y práctica regular de deporte. Debes tener en cuenta que esta representa una parte vital de tu cuerpo, cubre una superficie de 2 metros cuadrados con un espesor de 4 a 5 milímetros. Su función principal es la de crear una barrera protectora contra los agentes externos.

Si mimas tu piel te protege de los ataques

  • Evita el ataque de bacterias, te protege del sol, la lluvia, el polvo y el frío. Además, participa en la producción de vitamina D, básica en la formación de huesos y articulaciones.
  • Por lo tanto, atender las necesidades de tu piel no es un asunto menor. Hidratarla, limpiarla o nutrirla son solo algunas de las acciones que debemos seguir cada día.
  • Los beneficios de mantener una piel saludable son numerosos. Hablemos de algunos de ellos.
  • Los beneficios del cuidado del cuerpo. Cuida tu piel y esta te lo agradecerá manteniéndote joven.

En general, un cuerpo en buen estado de salud previene enfermedades. Es un buen punto para que te lo tomes en serio. Disfrutar de una vida sin enfermedades graves o que condicionen tu día a día es sin duda uno de los objetivos de cualquier persona.

Al ser la piel un indicador certero del paso del tiempo, una escasa atención deriva en el prematuro envejecimiento de esta con la aparición de arrugas debido a que pierde flexibilidad, humedad y el pH no se regula correctamente.

La hidratación de la piel y la aportación de nutrientes no solo va a devolver la elasticidad a la dermis y a permitir que la humedad no se evapore, también posibilita que recupere su normalidad, es decir, es capaz de realizar sus funciones de manera óptima. Y por supuesto lo más importante, como ya hemos dicho, te protege de los ataques externos.

Colágeno, el pegamento de la piel

El colágeno es una proteína presente en todo el organismo que se encuentra directamente implicada en el fortalecimiento y conjunción de estructuras vitales de nuestro cuerpo como las articulaciones, los tendones, los huesos y la piel a la que da su consistencia y elasticidad.
La pérdida de colágeno causa la aparición de las arrugas y la sequedad de la piel. La cosmética corporal dispone de tratamientos efectivos a la hora de estimular el crecimiento del colágeno.

La consecuencia inmediata de cuidar tu cuerpo, y en especial la piel, es prevenir el envejecimiento prematuro, mejorar su firmeza y mantener la piel suave y protegida.

El uso de aceites, de cremas o de lociones aporta unos beneficios a tu piel que se perciben en una clara mejora del aspecto general, el color se vuelve más vivo y natural, se combaten efectivamente las enfermedades cutáneas y se previenen otras complementarias. Pero, ¿qué son los aceites? ¿Y las lociones? ¿No son el mismo producto?

Loción corporal

La loción corporal es un producto compuesto mayormente por agua que lleva algunos elementos como el aceite con propiedades reparadoras, hidratantes o renovadores celulares entre otras.

Los usos de la loción están indicados para todo tipo de pieles y especialmente las normales y grasas. Su composición más liviana que la de la crema es idónea para evitar el tacto grasiento o pegajoso que puede quedar en algunas pieles al usar una crema.

Existen diferentes variedades de este producto indicadas para el cuidado de la piel. Lociones con propiedades hidratantes o con acción reparadora para conservar la elasticidad y retrasar el envejecimiento con potentes oxidantes que neutralizan los radicales libres. Lociones reguladoras, para prevenir picaduras o para calmar la piel después del afeitado entre otras.

Cómo se aplica la loción corporal:

Extender sobre la piel limpia y seca, efectuando un suave masaje hasta su total absorción. El momento ideal es después del baño o la ducha ya que al estar la piel aseada y los poros más abiertos se aprovechan mejor sus beneficios.

Aceite corporal

Los aceites proporcionan nutrientes esenciales a tu piel. Aunque se emplean fundamentalmente para hidratar existen diferentes variedades para tratar posibles problemas como estrías, celulitis, calmar irritaciones, quemaduras, etc. Es un producto que se puede utilizar a cualquier edad. En especial las pieles secas y sensibles se benefician de las propiedades del aceite. Disminuye la sequedad y aspereza en zonas muy rugosas como codos, pies y rodillas.

Mantiene tu dermis hidratada y protegida durante todo el día a la vez que proporciona suavidad previniendo el envejecimiento cutáneo. El resultado es un aspecto saludable y luminoso.

Cómo se aplica el aceite corporal:

Después de la ducha sobre la piel húmeda con movimientos circulares, sobre todo en zonas como el abdomen, muslos o glúteos. Hay que dejar secar antes de vestirse.

Se puede poner sobre la piel seca, en masajes corporales o para tratar estrías, irritaciones o heridas.

También se encuentra en forma de aceite espumoso que aporta vitaminas y ácidos grasos esenciales para limpiar delicadamente las pieles alteradas, deshidratadas, descamadas o simplemente para aquellas personas que desean una higiene suave sin agentes irritantes.

Crema corporal

La crema corporal es un producto básico que facilita la hidratación y nutrición necesaria para que la epidermis permanezca flexible y sana.
Su textura es más densa que una loción o un aceite.

Tener la piel hidratada es fundamental para mantenerla protegida y prevenir descamaciones, arrugas, estrías o flacidez.

Existen diferentes tipos de crema que se adaptan a las necesidades específicas de cada piel. Así encontramos cremas corporales calmantes, reparadoras, regeneradoras, reafirmantes, exfoliantes etc.
En su formulación incluyen ingredientes como el colágeno, vitamina C, ácido hialurónico, etc.

Cómo se aplica la crema corporal:

Se pone después de la ducha y con movimientos circulares se dan masajes en la zona para activar la circulación sanguínea. No existen contraindicaciones que impidan utilizarse en cualquier momento del día para aquellas partes del cuerpo que necesiten un extra de hidratación, como pueden ser las manos.

Lucir una piel saludable y bonita es posible si se siguen unas reglas básicas diarias. Es fundamental conservarla limpia, hidratada y nutrida, así como utilizar una crema corporal, una loción corporal o un aceite corporal de calidad que no altere el pH ni la composición natural de la dermis.
Asimismo, es primordial protegerla del sol diariamente, aunque sea invierno. Elegir un protector solar adecuado a tu tipo de piel y aplicar cada dos horas de exposición solar.