Consejos para cuidar tus manos frente al uso frecuente de geles
El lavado frecuente de las manos con jabón y el uso de geles se consideran medios eficaces para prevenir el contagio por COVID-19. Sin embargo, esta medida aparentemente inofensiva, puede tener algunos efectos negativos sobre la piel de las manos. Te explicamos los riesgos que conlleva el uso intensivo de estos productos y te mostramos algunos consejos para cuidar tus manos frente al uso frecuente de geles y jabón.
Índice de contenido
Por qué cuidar tus manos frente al uso frecuente de geles y jabón
Existen varias razones por las que es necesario cuidar tus manos frente al uso frecuente de geles y jabón. Una de ellas es que la capa protectora de nuestra piel, el sebo, va desapareciendo a medida que se lavan las manos con agua y jabón. El alcohol y otros productos químicos utilizados en los geles desinfectantes, también alteran esa barrera natural y la hacen desaparecer por completo.
La capa sebácea de las manos es una protección contra los agentes externos, evita que gran parte de los patógenos y químicos atraviesen la piel. Si desaparece, es más fácil que algunos puedan provocar alergias, irritaciones e infecciones. Además, el sebo evita la pérdida de humedad, por lo que se genera una deshidratación que provoca grietas e incluso heridas.
Además de lo citado en los párrafos anteriores, puede que algunos geles provoquen alergias. Una de las razones de este efecto es el uso de productos adulterados o que no se ciñan a la normativa. Cuando no es un gel comprado por uno mismo, es difícil conocer la composición para comprobar si hay algún componente alergénico. Incluso entre los permitidos se puede dar el caso.
¿Cómo cuidar las manos frente al uso de geles y jabón?
Las condiciones actuales requieren que se empleen sistemas de desinfección en la entrada de comercios, oficinas, puestos de trabajo o restaurantes. Sin embargo, el exceso puede resultar contraproducente y, aunque proteja de algunos tipos de infección, puede exponer la piel a otros problemas diferentes. Te mostramos algunos trucos para cuidar tus manos frente al uso frecuente de geles y jabón.
1. Lleva tu propio jabón
Del mismo modo que gran parte de la población ha adquirido la costumbre de llevar un bote de gel hidroalcohólico a todas partes, lo mismo puede hacerse con un envase de jabón. Con este gesto, evitas tener que utilizar los jabones industriales que se venden al por mayor a los comercios y que no cuidan el PH de la piel.
Llevar tu propio jabón no solo te ayuda a evitar el uso de productos agresivos para la piel. Si es de calidad, también puede contener compuestos nutritivos que combaten la sequedad y refuerzan la barrera natural de protección de la piel. Además, si te has lavado las manos, no es necesario que a continuación utilices el gel desinfectante común, que es más agresivo.
2. Sécate con cuidado
Después del lavado, es apropiado secarte con cuidado, para no ampliar el daño que provocan los lavados frecuentes. Si es posible, deja que las manos se sequen por sí solas. Cuando sea necesario utilizar la toalla, procura que sea suave y elimina la humedad sin frotar. Si has de utilizar papel, emplea el mismo sistema, secarse sin frotar. Y, por último, evita el uso de secadores por aire, no son buenos para la salud de tu piel.
3. Vigila la temperatura del agua
Al lavarte las manos, siempre que te sea posible, regula la temperatura del agua. El exceso de calor o el frío excesivo son grandes enemigos de la piel de las manos. Un indicativo de que no se está teniendo suficiente cuidado es el escozor cuando te aplicas gel.
4. Utiliza guantes en las tareas domésticas
Tal vez no le habías prestado antes atención a este detalle porque a la piel de tus manos le daba tiempo a regenerarse y crear adecuadamente su capa protectora entre lavado y lavado. Ahora, este gesto se ha intensificado y, además, tiene como extra el uso de los geles. Cuando hagas las tareas del hogar o en el trabajo, utiliza siempre guantes para reducir la necesidad de lavados.
5. Ten siempre a mano crema hidratante
La crema hidratante es uno de los básicos que no pueden faltar en un bolso. Si la utilizas con la misma frecuencia con la que te aplicas el gel o te lavas las manos, evitarás que se resequen en exceso y se agrieten.
Para que la crema sea un verdadero aliado hay que utilizar la de mejor calidad y aplicarla siempre que la humedad del agua o el gel se haya evaporado. En IDP tenemos una amplia variedad de productos para el cuidado de la piel. Además de geles higienizantes con fórmulas testadas, tenemos diferentes tipos de cremas diseñadas en laboratorio para ser aplicadas hasta en las pieles más delicadas.
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